Por: Denis Arroyo Labán.
Un
pitazo del árbitro y un conjunto de corazones que callaron al unísono. Una gota
de sudor se unió a sus compañeras por el intenso calor que en el campo se
vivía. Intensas miradas de angustia y emoción que se fijaban todas en un solo
objetivo, el balón.
Los
rayos potentes del medio día avivaban los ánimos de los muchos alumnos que se
congregaban, un viernes 30 de septiembre, en la plataforma, campo de fuego, en
la que se disputó la final de la ya renombrada Champions Don Bosco en su VII
edición, denominada este año Copa América Argentina 2011 y que inició el 1 de
julio..
Pero
la verdadera pasión fue la que sintieron cada uno de los miembros de los
aguerridos equipos que, a espada y corazón, alcanzaron llegar a la última recta
de esta gran contienda. Más de 10 muchachos que habían depositado todo su
espíritu en aquel encuentro que nos dejó claro que el fútbol es todo un
espectáculo digno de disfrutar como los grandes.
La
impaciencia de los hinchas se hizo evidente durante el primer tiempo en el que,
por más intentos que se realizaron, ningún balón logró atravesar al portero contrario.
Sin embargo, el cambio de banda traería consigo un cambio de actitud de parte
de los jugadores. Una falta por el equipo de Jamaica de 4° de sec les costaría
un gol, en forma de penal, por parte del equipo de Bolivia.
Pero
este equipo no defraudó a sus fieles seguidores quienes les alentaban desde su
posición. Minutos más tarde, aprovechando un descuide de los defensores, uno de
los delanteros jamaiquinos arremetió contra el arco enemigo, prevaleciendo así
su gran dominio del partido.
Mas
el corazón de todos los presentes comenzó a retumbar más rápido al momento que
todos temen y a la vez esperan con ansiedad, los penales. Los porteros
mostraron el mejor desempeño pero solo uno podía triunfar. El recreo se
prolongó algunos minutos. Unos momentos más tarde, el timbre anunció el final
de recreo. Los alumnos regresaron a sus aulas, salvo los intrépidos guerreros
que se encontraban recuperando fuerzas. Sonriente, y con razón, se mostraba el
equipo de Bolivia, su participación había sido excelente. Entrecruzaron miradas
con sus, ahora ya no, rivales y asintieron levemente. Reconocieron a Jamaica,
el vencedor. El vencedor de esta emocionante edición de la Champions Don Bosco.
Viva Piura, y con el fútbol, sí señor.